4 de mayo

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¿Más integración europea?

Por Leo Klinkers

4 de mayo de 2019


El jueves 9 de mayo de 2019, el Consejo Europeo se reunirá en la ciudad rumana de Sibiu para debatir las cuatro tareas clave que, según su presidente Donald Tusk, deben constituir la agenda estratégica de la UE para los próximos cinco años. Estas son: la protección de los ciudadanos, una economía fuerte, una sociedad sostenible y social y la defensa de los valores e intereses europeos.

Dejaré de lado si esta amplia definición puede llamarse "tareas fundamentales". También me abstendré de realizar un debate de fondo sobre estas tareas fundamentales. La esencia de la agenda de Sibiu es: "intentemos promover más integración con menos objetivos".

Pues bien, tan pronto como la "integración" está sobre la mesa, nos encontramos con la cada vez más criticada búsqueda del Tratado de Lisboa de una "unión cada vez más estrecha". El Parlamento holandés aprobó recientemente una moción para eliminar esta frase del Tratado. El motivo es que quieren poner freno a la mayor integración de los países de la UE.

Pocos conceptos del marco jurídico de la UE se entienden tan mal como el de "integración". Debido a la naturaleza del Tratado de Lisboa, que otorga al Consejo Europeo la facultad de tomar cualquier decisión que, según el Consejo, sirva a los objetivos de la UE -y, por tanto, anula el principio de subsidiariedad-, la toma de decisiones del Consejo funciona tanto de factoy de iurecomo "asimilación" de los países de la UE. Por su propia naturaleza jurídica, el Tratado impone medidas descendentes que obligan a los Estados miembros a alinearse en la medida de lo posible.

En sentido estricto, el llamamiento a una mayor integración obliga a los países a asimilarse en el sentido de adaptarse los unos a los otros en la medida de lo posible y, por tanto, a asumir las características de los demás. Esta es una de las causas más importantes de los conflictos dentro de la UE, así como del drama del Brexit. Los países, los parlamentos y las personas no quieren asimilarse. No sólo quieren preservar su propia soberanía, sino también su identidad cultural. Esta necesidad de mayor integración es uno de los muchos errores sistémicos del actual sistema de funcionamiento intergubernamental de la UE, impulsado por el Tratado de Lisboa.

Pues bien, ese error sistémico no existe en un sistema de funcionamiento federal, basado en una Constitución federal. En una federación, los Estados miembros conservan su soberanía y su identidad cultural. Comparten esta soberanía con un órgano federal que se ocupa de un conjunto limitativo de intereses que los Estados miembros ya no pueden defender por sí solos. La integración sólo se produce a nivel de ese órgano federal. Integración en el sentido de ocuparse de unos pocos intereses europeos comunes en lugar de operar sobre un conjunto de intereses nacionales en conflicto. En una federación europea no hay integración en el sentido de asimilación a nivel de los Estados miembros. Conservan todo lo que ya tienen: el parlamento, el gobierno, el poder judicial y sus propios ámbitos políticos. Los países con presidentes o reyes lo conservan en una federación europea.

El Tratado de Lisboa destruye la diversidad de los Estados miembros. Una federación europea la preserva. Por tanto, la respuesta correcta a la pregunta del título de este artículo ("¿Más integración europea?") debería ser: "Sí, pero sólo si se entiende y aplica correctamente". Y ello dentro de una federación europea, basada en una constitución federal que enumere exhaustivamente las tareas fundamentales, que son los intereses comunes europeos.

Los que afirman que una federación europea sería culpable de una mayor integración en el sentido de asimilación y destruiría la soberanía y la identidad cultural de los Estados miembros no saben de lo que hablan. Las personas que apoyan la mencionada agenda estratégica de Tusk deberían decirle que la realización de estas tareas fundamentales solo tendrá éxito en el marco constitucional e institucional de los Estados Unidos de Europa federales. Una federación es la única forma de Estado que satisface su deseo de una mayor integración, que tiene lugar a nivel federal con el pleno acuerdo de los Estados miembros participantes. De este modo, no sólo no pierden nada, sino que obtienen extras.

Para una mejor comprensión de este asunto me remito a las páginas 33-39 de mi libro "Soberanía, Seguridad y Solidaridad": https://www.faef.eu/trailer/.

Se agradecen los comentarios. Además de reenviar este artículo a las relaciones a las que quiera informar sobre este enfoque del concepto de "integración".

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