Indonesia: el ganador de ayer es el perdedor de mañana

Dr. Leo Klinkers, Alianza Federal de Federalistas Europeos (FAEF)
Agosto de 2019

En diciembre de 1949, Indonesia concluyó un acuerdo con los Países Bajos para establecer un estado federal con el nombre de Estados Unidos de Indonesia. Éste constaba de siete estados. Las Molucas quedaron bajo el estado de Indonesia Oriental.

El presidente de la federación, Sukarno, comenzó a desmantelar la federación después de sólo una semana, en enero de 1950. Su objetivo era establecer un estado unitario, la República de Indonesia. La conclusión del acuerdo con los Países Bajos sobre el establecimiento de la federación fue sólo un movimiento estratégico para convertirse en un estado soberano sancionado por la ONU. Sukarno no pretendía dirigir un estado federal, sino que quería convertirse en el gobernante autocrático de todos los pueblos que formaban parte de la federación en diciembre de 1949. Por tanto, la firma indonesia del acuerdo en diciembre de 1949 se basó en un motivo falso.

Al contrario de lo que se afirma, una característica de un Estado federal es que sus Estados miembros son soberanos y autónomos. Tienen el poder de regular sus propios asuntos, por lo que los intereses que los estados federados no pueden representar por sí mismos son atendidos por un órgano federal que tiene el poder de tomar decisiones sobre una gama limitativa de temas.

Las Molucas no querían perder su soberanía como parte de un estado federal de la federación y decidieron en el cuarto mes de la federación, abril de 1950, proclamar su propia independencia. Como había hecho Sukarno en 1945. La larga y sangrienta lucha por la libertad que siguió fue ganada por Indonesia con la ejecución del líder de la resistencia moluca en 1966, el Dr. Chris Soumokil. Mientras tanto, Indonesia ya había desmantelado completamente la federación en agosto de 1950 y en los años sesenta también ocupó Papúa Occidental.

Este es uno de los muchos ejemplos en los que la violencia contra la opresión y la lucha por la libertad es sancionada por la ONU por la simple razón de que el ganador es más poderoso que el perdedor. Seguido de la sanción de otros países porque las buenas relaciones con el ganador significan una ventaja económica.

Los pueblos de las Molucas y Papúa Occidental nunca han aceptado la anexión violenta de Indonesia. Esto ha provocado regularmente acciones sangrientas contra los movimientos rebeldes en las Molucas y Papúa Occidental. A veces con el carácter de una guerra religiosa. Alrededor del año 2000, por ejemplo, los pueblos cristianos de las Molucas fueron atacados por unidades del ejército musulmán indonesio. Esto también supuso beneficios en el ámbito del divide y vencerás, ya que parte de la población de las Molucas es musulmana.

Los actuales gobernantes de la Indonesia totalitaria no deberían olvidar que los luchadores por la libertad tienen el factor tiempo de su lado. Los Países Bajos lucharon contra la España dominante durante ochenta años, declararon su independencia durante esa lucha en 1581 y la obtuvieron en el Tratado de Westfalia en 1648. Y no olvidemos Vietnam. Reprimir a los pueblos con una potencia ocupante no es una posesión tranquila.

Si Indonesia supone que a largo plazo habrá paz en las Molucas y en Papúa Occidental, se equivoca. Nunca habrá paz mientras la injusticia y la violencia sean más importantes para quienes están en el poder que permitir a un pueblo su libertad bajo los principios de soberanía, democracia y Estado de Derecho.

En la actualidad, 40% de la población mundial vive en 27 estados federales. Y cada vez son más los que lo hacen a medida que avanza el siglo XXI. En este contexto, Indonesia sólo tiene dos alternativas. O continuar la represión por la fuerza o restaurar la federación original de diciembre de 1949. Incluyendo a Papúa Occidental como parte del Estado de las Indias Orientales.

Los presidentes vienen, los presidentes se van, pero un pueblo oprimido que quiere su legítima libertad siempre existirá.